viernes, 26 de diciembre de 2014

El mundo al revés... o la Ley del Embudo

La Ley del Embudo es una expresión utilizada popularmente para denunciar una injusticia, relación de desigualdad y/o de desventaja frente a un hecho determinado. Es una ley contraria a los principios de igualdad y de equidad y se puede resumir con la siguiente frase: "Lo estrecho para otros y lo ancho para mí", haciendo referencia a la capacidad física que tiene un embudo de recibir mucho por un lado y dejar salir muy poco por el otro.


Desde hace varios meses (o años), ha habido un aumento en el robo de los cajeros automáticos, utilizando diversos mecanismos como son el Oxicorte, Alunizaje, Saturación de Gas y el Lazo, siendo, los más beneficiados, obviamente los ladrones que se llevan importantes sumas de dinero a sus casas y, los más perjudicados, las personas que necesitan utilizar los cajeros. Como el número de cajeros robados (y destruidos) ha aumentado constantemente, se ha puesto sobre la palestra el mal servicio que están prestando los bancos en este aspecto.

Tanto ruido ha generado esto que el gobierno anunció que iba a aplicar multas para aquellos bancos que no cumplieran con las condiciones del servicio establecidas (ver Norma SBIF). Estas multas ascienden a $40 millones (pesos) por cada cajero detonado y US $1 millón (dólares) para aquellos bancos que tengan un nivel de servicio (tipo Uptime) inferior al 95%, esto es, debido a cajeros que no operen correctamente y/o que no tengan dinero disponible para entregar. En respuesta a esto, la asociación de bancos salió a defenderse y a indicar que consideraba que las multas eran exageradas para el problema, fuera de norma, etc., y que, en paralelo, ya estaban trabajando para restablecer los niveles de servicio de antes.

Me imagino que, como resultado de todo lo anterior, este fin de semana salió publicado el aviso siguiente en la prensa, haciendo referencia al problema de los cajeros automáticos en nombre de la asociación de bancos:


Puedo entender el espíritu del aviso pero, honestamente, me parece un mensaje inadecuado. Enfrentados a una contingencia y a la posibilidad de que las multas sean aplicadas, se pide a los clientes una "actitud colaborativa" y, por lo tanto, un uso racional de los cajeros. Es un hecho que para mejorar aspectos de alto impacto en la población se requiere una actitud de colaboración pero, tal como la Ley del Embudo, la colaboración no puede ser unilateral, es decir, sólo funciona en el tiempo si todas las partes involucradas colaboran, de lo contrario, alguna de las partes se sentirá perjudicada y no estará dispuesta a colaborar. Considerando que las utilidades de la banca son astronómicas, aún en los periodos de crisis económica más duros, cuesta digerir esta petición.

Si revisamos las recomendaciones, hay tres que son, simplemente, ingenuas:
  • Retiro Anticipado. Si esto fuera posible, obviamente, no existirían los cajeros.
  • Giros antes de las 18:00. Sólo es posible si los bancos atendieran en horario de oficina como en otros países del mundo.
  • Utilizar Sucursales Bancarias. Sólo es posible si todos los bancos tuvieran sucursales en todo el país y/o en gran parte de Santiago. 
Por lo tanto, si yo colaboro con las medidas propuestas, me pregunto si la banca:
  • Me atenderá después de las 14:00 en aquellos días en que no pueda salir de mi trabajo a tiempo.
  • Omitirá los intereses si es que me retraso más de la cuenta en pagar mis deudas.
  • Bajará la tasa de interés en aquellos momentos de crisis.
  • Postergará algunas cuotas de mi crédito si es que me quedo sin trabajo y colaborará en no hacer de mi situación aún más complicada.
  • Me considerará en la distribución de las utilidades a fin de año. 
En fin, en esta relación asimétrica, claramente, la parte angosta del embudo la tenemos todos y, la parte ancha, la Banca. De igual forma, la próxima vez que tenga algún inconveniente, voy a acercarme a mi banco a pedir que colabore conmigo.

¿Será que considerarán mi petición?

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