martes, 28 de agosto de 2018

Dejarlo ir...


Dos monjes, Yesmi y Nomi, regresan al monasterio después de hacer clases en un pueblo cercano. Estaban a punto de cruzar el río cuando escuchan a una mujer llorando. Yesmi se acerca y le pregunta porqué llora. La mujer le explica que tiene que regresar donde su bebé, que vive en el pueblo al otro lado del río. Como el río había crecido, ella estaba llorando porque no tenía como regresar a su casa y su bebé lloraría toda la noche. Al escuchar esta historia, Yesmi se ofrece a ayudarla. Cargando a la mujer en la espalda, Yesmi cruza el río y la deja en la otra orilla. Después de esto, Yesmi y Nomi siguen su camino hacia el monasterio. Media hora más tarde, Nomi, en un tono muy agitado, dice:

- Yesmi... ¿Sabes lo que haz hecho?

Yesmi miró de vuelta a Nomi con calma. Nomi agregó:

- El maestro dijo que nunca miraras a una mujer. Tú le hablaste.
- El maestro dijo que nunca le hablaras a una mujer. Tú la tocaste.
- El maestro dijo que nunca tocaras a una mujer. Tú la cargaste.

Yesmi miró calmadamente de nuevo a Nomi y le contestó:

- Si. Es verdad. Pero yo la solté hace media hora. Tú eres el que la sigue cargando.

¿Y tú? ¿Qué sigues cargando?

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