Dos errores típicos de las personas que desarrollan software y/o trabajan con computadores:
1. Estoy Conectado
En términos simples, una persona que trabaja en desarrollo realiza casi todo frente a la pantalla y con la llegada y masificación de distintos mecanismos de comunicación (messenger, e-mail, facebook, twitter, etc.) puede más que antes, estar frente al computador y tener la ilusión de estar conectado y comunicado con el resto del mundo. Esto probablemente no produce mucho impacto ni mucha diferencia respecto a las relaciones sociales y/o familiares ya que típicamente estos vínculos se refuerzan en persona fuera del horario de trabajo, sin embargo, para la dinámica requerida en el trabajo no ocurre lo mismo.
Típicamente, una asignación llega por mail y/o por chat y, como resultado de lo anterior, se producen muchos supuestos relacionados con la solución requerida. El juego del teléfono, aunque en otro medio, se mantiene y, peor, es mucho más fácil y cómodo mantener una conversación por uno de estos medios que ir personalmente a hablar con los involucrados, agudizando el problema. Otro ejemplo de esto son los mails con copia a millones de personas que típicamente no generarán una acción por si mísmos. Es mucho más eficiente y seguro levantar el teléfono y hablar con la persona que uno requiere realice alguna acción.
2. Amo la Tecnología
Al momento de elegir resolver un problema, típicamente se privilegia la tecnología por sobre la solución. Esto va desde la manera de resolver el problema (patrones de diseño, por ejemplo) hasta la tecnología utilizada y, el problema, es precisamente ese. Muchas veces la solución es ajustada para utilizar una tecnología determinada. Esto no sólo puede producir con certeza un problema en el deployment de la solución sino que, además, no permite enfocar la atención en el problema que se quiere resolver y aquí, para complementar el punto anterior, es fundamental aprender a determinar y comprender cuál es el problema que se quiere resolver.
En términos simples, el problema que se quiere resolver siempre és y será lo que el cliente necesita, lo que el cliente quiere resolver. Previo a intentar determinar esto es necesario tener claro quién es el cliente. Para estos dos problemas la solución es simple: hay que preguntar y validar una y otra vez hasta estar seguro.
Como siempre le digo a mi equipo, la responsabilidad de asegurar que lo que se va a realizar cumplirá las expectativas del solicitante es del que la recibe. Mucho se puede discutir respecto a las responsabilidades respecto a la definición de los requerimientos, etc., sin embargo, en contextos en donde la agilidad prima sobre la burocracia y/o uno espera que las personas aporten, esto es fundamental.
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