jueves, 15 de noviembre de 2012

Micro Derechos

Hace algunas semanas atrás salió en las noticias la brutal agresión de una persona a otra en el metro (ver video). Claramente una situación sorprendente. Algunas escenas no tan violentas pero similares:
  • Una persona golpea a otra en el metro porque se le ocurre pasar delante de ella sin pedir permiso y/o por favor.
  • Una recepcionista obliga a uno de los usuarios a responderle el saludo de “Buenas Tardes” antes de continuar con el procedimiento de ingreso al edificio.
  • Un portero de un supermercado ignora a un cliente que le golpea la puerta de vidrio para hacerle una pregunta antes de la apertura.
  • El encargado de un restaurant agrede verbalmente a un cliente cuando éste reclama por el mal servicio.
¿Qué reflejan estas situaciones? Según mi perspectiva, dos cosas:
  • Una reacción desmedida al sentirse pasado a llevar.
  • La necesidad de ejercer poder sobre otra persona. 
En el primer caso, basta ir a cualquier lugar donde haya atención de público. Rápidamente se puede apreciar como estar detrás del mesón, de un escritorio, tener un letrero en la puerta, usar un uniforme particular y/o tener una secretaria, le otorga un poder infinito al individuo. Obviamente hay personas que cumpliendo o no algunos de los requisitos anteriores, tienen mucho poder pero, la gran diferencia, es que no lo ejercen arbitrariamente, es decir, sólo por ejercerlo. Esto es lo que podríamos llamar un “micro-poder”. 

En el segundo caso, la situación es más compleja. Todos los seres humanos tienen lo que se denomina el “metro cuadrado” y que, básicamente, representa algo así como la distancia mínima que se debe tener con un desconocido para no sentirse pasado a llevar o incómodo. Por ejemplo, si se observa la manera en que se llena un bus vacío se puede apreciar este fenómeno. Las personas en general intentarán sentarse en asientos vacíos, sin nadie alrededor. En la medida que el bus se llene, las personas se verán obligadas a sentarse en los asientos desocupados que estarán al lado de otras personas. En este caso, la “cercanía” se considera normal. Si por el contrario, un bus tiene un pasajero y un segundo pasajero se sube y se sienta al lado del primero, obviamente el primer pasajero se sentirá incómodo (y tal vez asustado). En este caso, la “cercanía” es incómoda. En la medida que este “metro cuadrado” es pasado a llevar, las personas tienden a reaccionar y eso es natural. El problema es cuando la reacción es desmedida respecto a la causa. Esto es lo que podríamos llamar un “micro-derecho”.

La ejecución del “micro-poder” es un fenómeno que típicamente se puede asociar con las personas que nunca han tenido poder y de pronto lo reciben o heredan. Nada particular al respecto, obviamente la manera en que la persona asume el poder dependerá mucho de sus objetivos y metas, la relación con sus subalternos, historias personales, ejemplos, mentores, etc.
La defensa de los “micro-derechos” es más preocupante porque habitualmente incluyen violencia (verbal o física) que, según quien esté de contraparte, puede terminar peligrosamente para alguna de las partes (como se puede apreciar en el video). Esto, básicamente, porque la reacción desmedida ocurre en un contexto de sorpresa. es decir, no deja espacio a que los involucrados se preparen. Por ejemplo, es muy distinto recibir un golpe así al golpe que recibe un boxeador. El está preparado para recibirlo. Tiene los músculos tensos y la adrenalina liberada.

Pero, más importante que esto, es que la misma energía que se utiliza para defender un “micro-derecho” no se utiliza para causas más importantes, más relevantes.

Veamos las siguientes situaciones:
  • Las Isapres tienen utilidades record en un año de crisis (ver nota).
  • Los Bancos tienen utilidades récord en un año de crisis (ver nota). 
  • Las AFP´s obtienen utilidades históricas en el primer trimestre (ver nota).
  • Principal compra AFPCuprum y toma el control con el 1% del valor del fondo (ver nota)
  • Escándalo por colusión de las farmacias (ver nota y nota).
Sería muy interesante que una porción de la energía que se utiliza para defender “micro-derechos” fuera utilizada para defender derechos más importantes y/o atacar abusos más violentos como los ejemplos anteriores. En lo personal, me gustaría pensar que los pasos que se están dando para modificar la Educación puedan, el día de mañana, migrar hacia áreas aún marginadas de esta pelea, por ejemplo, la Salud. Personalmente, me encantaría participar de una iniciativa que permita hacer de la salud un sistema transparente y homogéneo para todos y eliminar las brechas entre la atención pública y privada. Yo creo que es posible.

Probablemente haya muchos factores que influyen en el comportamiento agresivo de las personas a nivel personal. No es muy difícil de imaginar que esto sea el resultado vivir en una sociedad en extremo competitiva e individualista, rodeados de injusticias e impunidad, vivir o sobrevivir a una desigualdad agobiante, endeudados y angustiados por la carga y el peso de financiar la educación de los hijos, la salud, etc. No estoy seguro que la promesa de que Chile se convierta en un país desarrollado realmente logre eliminar esta situación, pero, si creo que si logramos dar un pequeño giro hacia luchas más transversales, estaremos avanzando en la línea correcta. Eso depende de todos.

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