martes, 1 de mayo de 2012

Los Conceptos Intangibles

Hace un buen tiempo venimos trabajando con un cliente grande. El proyecto lleva unos seis meses en ejecución y, a estas alturas, ya hay como diez empresas prestando servicios en el ecosistema para que las cosas salgan bien. Algunas se encargan del QA, otras de la documentación, otras, como nosotros, terminamos los desarrollos y estamos a la espera de errores y/o correcciones para realizar, etc. Además de ser un cliente que utiliza frecuentemente términos en inglés para referirse a hitos, momentos, situaciones y/o condiciones (ver Los Anglicismos), utiliza una expresión muy particular cuando se trata de justificar cualquier solicitud vinculada al proyecto:

- Hablé con "El Negocio" y me indicó que se requiere la modificación.
- "El Negocio" requiere se realice el ajuste según lo acordado.
- No te preocupes, voy a revisar con "El Negocio" la entrega y te confirmo.

Como las anteriores, hay un sin fin de expresiones más en las que se hace referencia al concepto intangible como es "El Negocio". Claramente en el contexto del proyecto ya estamos todos acostumbrados al término, sin embargo, no deja de ser sorprendente la manera de referise a, en definitiva, sus clientes internos.

"El Negocio" es como un concepto que lo abarca todo. Es y no es a la vez. Está y no está. Pide y observa, pero nunca está presente. Guía y orienta pero desde la penumbra. Es como un espíritu que no se hace presente. Es como una política que guía pero que no se puede tocar. En fin, es un salvavidas que lo aguanta todo porque, al final, con un concepto tan etéreo, es muy difícil focalizar la discusión, la necesidad, la responsabilidad, etc.,

Algunos ejemplos de conceptos similares son los siguientes:
  • La Nube. Básicamente un servicio que está disponible y, para el cual, a nadie le interesa ni le importa cómo ocurre eso y, por lo tanto, es como un ente mágico. Lo complejo es que efectivamente hay muchas personas trabajando para que esto sea posible.
  • La Empresa/Corporación. Típicamente, la responsable de todos los males, y pocas veces de las cosas buenas, que le ocurren a las personas que trabajan en una empresa. Contrario a lo que habitualmente se piensa, una empresa es como una familia, es decir, tiene su ritmo, sus tradiciones, sus políticas y normas, lo que obviamente la define.
Hay muchos conceptos similares pero, lo más importante, es considerar que detrás de todos estos conceptos hay personas, personas tangibles que son las que los integran o componen y que, más importante aún, son las responsables de representarlas.

Por tal razón, es imprescindible lograr identificar a estas personas para lograr cumplir los objetivos planteados para con ellas. Esta no es una tarea fácil, sin embargo, intentar el camino contrario es una pérdida de tiempo. Sería como intentar "gestionar" a una tropa de espíritus.

No hay comentarios.: